Aquellas mujeres que dudan, que tienen sensaciones encontradas, que sienten presiones en un sentido o en otro con respecto a su entorno o pareja, que entran en contradicción con sus ideas políticas o religiosas y toman la decisión no con una motivación propia, sino influidas o condicionadas por elementos externos, «son las que tienen más posibilidades de generar repercusiones psicológicas negativas a medio y largo plazo«.